Conservando la Naturaleza y Financiándola con Turismo Ecológico – Por Jack Ewing
Me asombró ver en el sitio web de US Fish and Wildlife Service que 45 millones de observadores de aves en los Estados Unidos gastan alrededor de $41 mil millones ($41,000,000,000.00) en su pasatiempo cada año. Mucho de eso es para equipo, pero $14.9 mil millones se gastan en alojamiento, comida, transporte, y al mismo tiempo, generan 666,000 empleos. Si se incluye la observación de la vida silvestre, la cifra casi se duplica a $80 mil millones al año contribuido a la economía de los Estados Unidos. Por cualquier medida que quiera aplicar el ecoturismo es un gran negocio.
Costa Rica, con solo una minúscula parte de la superficie terrestre de América del Norte, aproximadamente 1/388, cuenta con más especies de aves que los Estados Unidos y Canadá juntos. Hacienda Barú, con solo una pequeña fracción de la superficie terrestre de Costa Rica, ha identificado casi la mitad de ese número de especies. En otras palabras, vivimos en un paraíso para los pajareros.
¿Cuál es la gran atracción? ¿Por qué tantas personas gastan tanto tiempo y dinero viajando a lugares lejanos para observar aves a través de un par de binoculares o un telescopio? Me considero un pajarero y puedo asegurarle que no hay una respuesta simple. Una parte es la satisfación de agregar un nuevo pájaro a su lista, o la emoción de encontrar una de las especies más llamativas. El pasatiempo puede parecer aburrido para el que no lo conoce, pero no para quienes lo han probado. Les puedo asegurar que la gran diversidad de especies entre nuestros amigos aviares, tratando de encontrarlos e identificarlos, y aprender sobre su comportamiento tiene mucho que ver con la fascinación. Todas las fotos publicadas aquí fueron tomadas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Hacienda Barú. Eche un vistazo y vea la gran diversidad de aves que viven en esta pequena esquina del país.
Durante muchos años, nosotros en Hacienda Barú nos hemos preocupado por conservar la naturaleza. Observamos que hay una multitud de tesoros naturales en el mundo que merecen ser conservados, pero no hay suficientes filántropos para donar el dinero necesario para protegerlos a todos. Nos dimos cuenta que parte de la solución era rentabilizar la conservación, y que el ecoturismo era un buen camino para ese fin. Esperamos que Hacienda Barú servirá como modelo para otros proyectos que pretenden restaurar y conservar los hábitats silvestres que van desapareciendo de la Tierra y, al mismo tiempo, generar ingresos y empleos para las comunidades locales. Una visita a Hacienda Barú le mostrará una multitud de aves y animales increíbles mientras contribuye a este objetivo.
