Desde su nacimiento en 1973, Juan Carlos ha vivido en la comunidad de Silencio, cerca del río Savegre. Su interés y aprecio por la naturaleza comenzó a una edad temprana cuando él acompañaba frecuentemente a su padre de pesca en el manglar situado en la boca del río de Savegre. La pesca era una fuente importante de ingresos para la familia, y también de proteína animal para su mesa. Juan Carlos recuerda el constante regaño que recibió de su padre por no prestar suficiente atención a las líneas de pesca. “Yo estaba más interesado en los monos, los perezosos, los tucanes y los cocodrilos que la pesca”, dice.
En 1996, la Cooperativa El Silencio, donde Juan Carlos trabajó durante muchos años, inauguró un centro de rescate para animales salvajes que habían sido heridos o estaban siendo cautivos ilegalmente. Tal vez el logro más conocido del centro fue la liberación exitosa de 21 lapas rojas en 1998. Hubo 9 pares apareados, 8 de los cuales han anidado exitosamente dentro de los 20 km de Silencio. Juan Carlos trabajó en el centro durante 8 años cuidando a los animales. No es sorprendente que su animal favorito sea la lapa roja.
Juan Carlos llegó a Hacienda Barú para trabajar como guía a finales del año 2015. Cuando se le preguntó cuál es su tour favorito respondió que sería difícil de decir, porque le gustan todas las giras. Su pasión es enseñar a la gente sobre la selva tropical y la importancia de proteger la flora y la fauna para las generaciones futuras.